domingo, enero 10, 2010

Término

Mis ojos hinchados, mi almohada mojada,
mi corazón destrozado y mi alma partida.
La decepción abunda por estos lares,
aguijoneando, yagando,
y mil veces matando...

Un corazón que no quiere renunciar,
que aún sigue latiendo,
que aún sigue queriendo y amando:
difícil es ya la situación,
en donde tu corazón se adapta al otro,
se acopla,
se complementa.

Y, ¿ahora qué?
ya no vale nada la nada,
ya no valen esos hermosos meses,
esos hermosos recuerdos,
y todo ese esfuerzo por mantener las cosas
por alegrar las cosas
ya no vale nada.

Me encuentro en la absoluta desesperación,
en la absoluta decepción,
y en la más triste soledad:
soledad que invade de a poco esta habitación,
de a poco este corazón.

No sé si pueda sobrevivir este tiempo sin ti,
sin tu voz,
sin tu olor,
sin tu sonrisa,
sin tu alegría:
y eso que es el primer día,
mi primer día sin ti...