martes, mayo 23, 2006

Confusión.

Si me dices que sí,
sería el hombre más feliz.

Si necesitas conocerme,
yo daría todo de mi parte.

Si me quieres hablar, tenlo por seguro que estoy dispuesto a aquello.

Si ya has probado mis labios,
yo quiero denuevo probar los tuyos.

Mientras pienso esto,
donde un montón de posibilidades se muestran,
una confusión me cubre los ojos,
y me es difícil ubicarte,
en esta oscura neblina,
que acompañada con una enorme tempestad,
de lluvia y viento,
me azota contra el suelo:
y yo me quedo mirando las negras nubes,
donde caras conocidas aparecen entre aquellas,
y me miran,
cada una de distintas maneras,
provocando en mí,
una enorme confusión.

1 comentario:

Bittersweet toujours dijo...

A todos se nos da vuelta el mundo cuando las miradas se vuelven hacia atrás y las figuras que deberían estar en el pasado aparecen delante de uno, caminando de la mano con la cotidiana tristeza de la relatividad, de esta difícil lucha latente entre bandos no declarados.