viernes, mayo 26, 2006

Tus ojos

En el oscuro sendero cubierto de neblina,
un frío se derrama por mi cuerpo,
dejándome inmóvil,
totalmente paralizado,
y es en este momento en el cual corro peligro,
y me vuelvo muy vulnerable
ante cualquier ataque;
pero, sin embargo,
en el fondo del sendero,
vislumbro tu ojos al acecho,
y empiezo a quemarme por dentro:
mis hormonas se desordenan,
mi corazón late fuertemente,
mi piel se eriza,
mi boca se abre,
mis pies se mueven,
logro tomar conciencia,
y avanzo,
a paso firme,
obnubilado ante tal aparición,
como las aves a la luz de la luna...

y logro llegar
a aquellos ojos,
a aquellos ojitos de lucero,

mi corazón por fin estalla,
y me hallo muerto,
mirando tu hermosura
y abrazado a ti.

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